Hay algunos conceptos que se deben tener en cuenta en el momento en el que iniciamos nuestro negocio, con independencia a lo que se dedique y a si funciona tan solo de forma física u online.
Por ejemplo, el concepto de cultura corporativa está a la orden del día, y puede decirnos mucho sobre el rendimiento de la entidad, o sobre posibles carencias que se puedan llegar a producir.
Si todavía no sabes a lo que nos referimos, en las siguientes líneas te lo desvelamos todo:
¿Qué son las culturas de las empresas y para qué lo necesitan?
Antes de empezar, es importante tener claro el concepto de cultura corporativa.
Una primera definición podría asociar cultura corporativa con la ideología de la empresa. En otras palabras: estaríamos hablando del conjunto de hábitos, actitudes, creencias, así como comportamientos del grupo. También tendría en cuenta la forma en la que los miembros del grupo interactúan entre si y la forma en la que llevan a cabo las transacciones con partes externas.
Se puede desarrollar de diferentes maneras:
- De forma intencionada en base a la dirección que sigue la empresa, según sus valores, prioridades o estilo marcado.
- También podríamos estar hablando de una forma de desarrollo más orgánica o espontánea. En este caso, el desarrollo sería el resultado de los rasgos que caracterizan a cada uno de los miembros y a la naturaleza de dicha interacción.
Es muy importante porque las culturas corporativas se asociarán con la imagen pública de la empresa, con sus instalaciones, código de vestuario, forma de tratar al cliente, índice de satisfacción del mismo, decisiones de contratación, entre un largo etcétera.
Las culturas corporativas de éxito cumplen con 5 características clave:
- Visión: tiene en cuenta el objetivo de la empresa y sus manifiestos. Con la visión se pueden establecer las directrices para lograr lo que se necesite con la primera impresión.
- Valores: considera la perspectiva adecuada para lograr la visión de la entidad.
- Prácticas: alude a los métodos tangibles de la entidad. Mediante las prácticas, la empresa pondrá en funcionamiento sus valores.
- Personas: relacionan tanto a los empleados, como la dirección que sigue la compañía.
- Historia: finalmente, en las culturas corporativas de éxito también se tiene en cuenta la historia. Se considerará el origen de la misma y el porqué de la compañía.
Tipos de culturas corporativas
Ahora que ya tenemos claro el concepto de cultura corporativa, vamos a estudiar los principales tipos de culturas corporativas:
1. Cultura de clanes
En un marco de cultura de clanes, estamos hablando de una infraestructura que se caracteriza por ser discreta, flexible, y por aportar por un enfoque de integración. Sin embargo, la forma de proceder de los miembros dependerá de los integrantes del equipo, así como de la organización que tengan.
Una de las características clave de estos tipos de culturas corporativas la encontramos en la definición: las empresas en donde se da este tipo de cultura consideran que los empleados son una especie de unidad familiar extendida. Por esta razón, acciones como la de creación de equipos e iniciar actividades de colaboración son una prioridad para la cultura de clanes.
También se caracteriza por ser una cultura basada en la confianza y en la lealtad.
Son muchos los estudios en los que se afirman que la participación de los empleados en este tipo de cultura es muy destacada, ya que estos se sienten una parte activa del equipo.
Si se incrementan las tasas de contratación de los trabajadores, también se producirá un importante incremento en la productividad, y al mismo tiempo mejorará la rentabilidad en los resultados.
Como los empleados estarán felices, representarán mejor al servicio de atención al cliente y así mejorará la reputación de la marca.
2. Cultura de la adhocracia
Siguiendo con este listado de tipos de culturas corporativas, también tenemos la cultura de la adhocracia. Se caracteriza por ser discreta, flexible y, a diferencia de la cultura de clanes, el enfoque es externo.
Se considera una buena opción para aquellas empresas que pertenecen al ámbito tecnológico. También es muy práctica para entornos de trabajo en donde se potencie la creatividad.
Los expertos recomiendan seguir la cultura corporativa de la adhocracia en aquellas empresas que tengan valores basados en la formulación de nuevas ideas o iniciativas de riesgo.
Esta cultura incentiva a los empleados para que se sientan libres de explorar, que no tengan miedo de expresar sus emociones.
Contribuye a la creación de un ambiente muy interesante para el desarrollo de nuevos productos o ideas innovadoras que permiten mejorar los productos o servicios que ya existen. Incentiva la innovación como la agilidad que necesita cualquier empresa para poder seguir siendo competitiva en un mercado que se encuentra en evolución continuada.
3. Cultura de mercado
Las culturas corporativas de mercado se caracterizan como estables y tienen un enfoque externo. En esta cultura se pone el foco sobre los resultados finales, como prioridad total.
Aunque si bien es cierto que con esta cultura se pueden mejorar el rendimiento de cualquier entidad, tiene un problema y es que deja a un lado el compromiso de los empleados y los niveles de satisfacción de los mismos. Como se enfoca en la productividad y en el rendimiento, muchos de los empleados piensan que este tipo de cultura no trabaja su desarrollo principal.
La cosa cambia cuando estamos hablando de empleados de alto talento: en este caso, se sentirán validados siempre que se les recompense de forma adecuada.
Este tipo de cultura corporativa es la preferida por aquellas empresas que buscan tener controlar la mayor parte posible de su cuota de mercado.
Una de las diferencias más importantes en relación con la cultura de clanes o la cultura de la adhocracia es que tienen un enfoque muy determinado en crear equipos y colaboraciones.
En definitiva, es importante que la empresa sepa muy bien lo que está haciendo porque, de lo contrario, debería decantarse por otros tipos de culturas corporativas.
4. Cultura de jerarquía
Las culturas de jerarquía siguen un enfoque interno en el que prima la integración. Se considera como el método más tradicional entre los principales tipos de culturas corporativas existentes. Sus principales valores son la eficiencia y el control
Se centran principalmente en los procesos y en los procedimientos que la empresa haya podido establecer.
Entre sus características, la toma de decisiones queda relegada a los líderes y a los ejecutivos de la entidad.
La cultura de jerarquía se recomienda para entidades como organizaciones sanitarias y agencias gubernamentales. No obstante, también es habitual que muchas empresas que se centran en atención al cliente utilicen este tipo de cultura (por ejemplo, podríamos estar hablando de una entidad que se especializase en la comida rápida).
Una de las ventajas más importantes de la cultura jerárquica la encontramos en la estabilidad: encuentra un buen equilibrio tanto en rentabilidad de resultados, como en los niveles de participación de los empleados.
Por desgracia, tiene una desventaja de importancia y es la falta de adaptación. En el caso de que se produzcan cambios rápidos del mercado, la lenta adaptación puede hacer que la empresa pierda capacidad competitiva.
¿Cómo afectan los tipos de culturas corporativas a nuestro negocio?
¿Sabías que alrededor de un 95% de los ejecutivos ya piensan que la cultura corporativa es fundamental para su negocio? Además, alrededor d un 88% de los empleados también creen que es crucial para alcanzar el éxito.
Las cifras no mienten: aquellas empresas que han invertido en una fuerte cultura organizacional consiguen un promedio de un 400% más de crecimiento en comparación con otras empresas que tengan una cultura organizacional deficiente o indefinida.
Para que puedas tener más claro porque es tan importante, aquí analizamos lo que aporta a cada empresa:
Refuerza el compromiso de los empleados
Si la cultura corporativa no es adecuada, los empleados no se sentirán integrados con la entidad. En cambio, en el caso de que sea adecuada, los empleados estarán más felices y se sentirán mucho más comprometidos.
Lo primero que se debe hacer para asegurase de tener una buena cultura empresarial es asegurarse de que los empleados estén debidamente motivados e incentivados.
Por ejemplo, se podrían ofrecer promociones a empleados de alto rendimiento y dar siempre feedback a los empleados, para que sepan en que pueden mejorar.
Ayudan a captar talento
¿Sabías que muchos de los aspirantes de empleo toman la decisión sobre si trabajar o no en una organización dependiendo de la cultura de la empresa? Una cultura que motive de forma positiva a los empleados estará compuesta por valores corporativos sólida y con valores muy definidos de la manera en la que se concibe el éxito.
Si la empresa no invierte en una buena cultura corporativa, es posible que tan solo capte a aquellos empleados que necesiten el sueldo. En el momento en el que aparezca una oportunidad mejor, dejarán la empresa.
Si una empresa no consigue retener el talento no llegará a ninguna parte.
Afecta a la moral de los empleados
La moral de los empleados está relacionada tanto con la motivación, como con el compromiso.
Hay muchos métodos para mejorar la moral de los empleados, como incrementar el nivel de transparencia, ofrecerles mayor capacidad en la toma de decisiones o promover un equilibrio saludable en la vida laboral.
Si la moral de los empleados es baja tendrá consecuencias desastrosas para la entidad: podríamos estar hablando de un notorio incremento del ausentismo laboral, de complicaciones para que los empleados puedan trabajar en equipo de forma eficiente, de una alta rotación de empleados, etc.
Reduce la productividad del empleado
El compromiso del empleo, junto con la motivación y la moral afectará a los niveles de productividad a la hora de desempeñar su cometido en la entidad.
Lo cierto es que existen muchas técnicas para incrementar la productividad, y en cada empresa se debe elegir siempre la más adecuada.
Sin embargo, en prácticamente el 100% de las empresas suele funcionar una estrategia basada en conseguir que los empleados se sientan motivados.
Hay que tener en cuenta que los tipos de culturas corporativas que hemos detallado en el apartado correspondiente no solo servirán para incrementar el rendimiento del empleado en su trabajo, sino que también afectará a las capacidades de atención al cliente.
Se reduce la tasa de rotación de empleados y la ausencia de personal
Un fuerte síntoma que nos indica que la cultura corporativa en un determinado lugar es pobre la encontramos en la alta tasa de rotación de los empleados. En cuanto un empleado no se siente valorado o reconocido por su trabajo, es poco probable que decida estar en la empresa durante mucho tiempo.
Además, aquellos empleados que tengan mayor capacidad, los de más alto talento, no quieren permanecer en un trabajo en donde no se fomente de forma activa el crecimiento personal y profesional.
Las empresas deben dotar a los departamentos de RRHH de aquellas herramientas para motivar a los empleados desde el momento en el que se los contrata.
Según las estadísticas, alrededor de un 40% de los empleados afirman que se incrementaría su nivel de producción si fuesen más felices.
Aquellas empresas que tienen los empleados más felices verán aumentado su nivel de ventas en torno a un 37%.
Etapas de las culturas de las empresas
Las culturas de las empresas siguen un proceso compuesto en 5 fases que son fundamentales para transformarlas.
Para que sepas de lo que estamos hablando, aquí te describimos las principales fases:
1) Datos
La primera base es la de los datos. Estamos hablando de la unidad mínima de información y se puede emitir de diferentes formas y desde muchas fuentes.
Si los traducimos a nivel de conocimientos, estaríamos hablando de preguntas y respuestas.
Aplicándola a la cultura de la empresa, esta primera etapa consistiría en hacer una recopilación de todos los datos posible.
Es importante que la empresa fomente una política en donde todos los miembros del equipo puedan hacer las preguntas pertinentes sin miedo o vergüenza.
2) Información
Una vez que se haya hecho la recolección de los datos, habrá que empezar a trabajar con ellos e interconectarlos para que tengan algún tipo de sentido. Es una de las etapas de las culturas de las empresas más importantes, ya que aquí se le da forma a los datos para que se convierta en información.
En las tiendas online, la información se recopilará en muchos archivos que estarán almacenados en soportes digitales (es decir, en discos duros, bases de datos). También es conveniente que se guarden copias de seguridad analógicas.
3) Conocimiento
Debe quedarnos claro que, en el ámbito de la empresa, el conocimiento será siempre el activo más importante y este estará almacenado tanto en los ordenadores, como en las personas.
Pero no solo se almacenará en la mente de los empleados, sino también en aquellas personas que, de alguna forma u otra, interactúan con la empresa. Aquí podríamos estar hablando de colaboradores, proveedores, inversores, hasta los propios clientes.
4) Aprendizaje
El aprendizaje es una fase que se da en cuento se hayan modificado los hábitos y se lleven a cabo siguiendo un protocolo.
Imaginemos el ejemplo de un empleado que ya tenga el conocimiento de cómo lavarse las manos de forma correcta. Sin embargo, no lo hace. Esto quiere decir que ha adquirido el conocimiento, pero no lo aplica.
El cambio de hábito es uno de los retos más importantes dentro de las etapas de las culturas de las empresas
5) Culturas
Finalmente, tenemos la fase de la cultura. Aquí es donde se tiene en cuenta cualquier elemento que pueda asociarse e identificar con la tribu, como es el caso de los valores, símbolos, técnica, etc.
Es importante que esta conciencia de tribu sea transmitida a todas las personas que formen la empresa, y que esto se haga de manera prolongada en el tiempo, no solo en momentos puntuales.
Ejemplos de culturas corporativas
Ya hemos aprendido que la cultura corporativa es la forma de ser de las empresas. Por ello, cada cultura es única; es posible que lo que funcione en una entidad no funcione en otra, y viceversa.
Aquí vamos a ver algunos ejemplos de empresas que han apostado por una cultura corporativa diferente.
Zappos
Zappos es una entidad que se especializa en la venta de calzado online, con productos orientados tanto para hombres, como para mujeres.
Han construido una cultura corporativa en la que dejan muy claro que los propios empleados son los que la construyen. Antes de hacer cualquier tipo de cambio, involucran a sus empleados para que formen parte.
La mayoría de los trabajadores reconocen que trabajar en Zappos es divertido, se sientes estimulados y hacen lo imposible para agradar a los clientes.
Así es como aúnan los 3 grandes ingredientes con los que han cosechado el éxito: un estupendo servicio de atención al cliente, una gran marca y una cultura más que acertada.
Chevron
Chevron es una empresa petrolera y, aunque esto pueda parecer un poco paradójico, lo cierto es que destaca por su cultura corporativa.
Esta empresa destaca por ser muy segura, por apoyar siempre a sus empleados y por organizar diferentes directrices de trabajo en equipo.
La entidad mima a sus empleados al recompensarlos con programas de salud y fitness. En los mismos, encontramos a profesionales que asesoran a los empleados con programas de entrenamiento y de salud, completamente personalizados.
Así es como en Chevron se ha creado una atmósfera de trabajo muy propicia en donde los empleados cuidan de todo el equipo.
Otro ejemplo que hemos querido destacar en este apartado de ejemplos de culturas corporativas es Twitter.
Según las encuestas, los trabajadores de la inminente red social aman su trabajo, y no es para menos.
Entre algunos de los incentivos que reciben, descubrimos que mantienen reuniones en la azotea, que tienen comida gratis y vacaciones pagadas, el compañerismo es uno de los valores fundamentales de la entidad y el ambiente propicia la libertad y la proliferación de ideas.
Los empleados realmente se sienten una parte importante de la compañía, estarán motivados para alcanzar sus metas.
Esta son las claves con las que Twitter logra que sus empleados se sientan completamente identificados con la empresa.
Google también es un buen ejemplo de cultura corporativa.
Los miembros del equipo cuentan con una larga serie de ventajas por tan solo trabajar en Google, como podría ser comidas gratis, vacaciones y fiestas pagadas, gimnasios, pagas extra, zonas para dormir o desconectar, así como otros beneficios que no se podrían conseguir en ningún otro tipo de trabajo.
Lo que busca Google es evitar que sus empleados tengan estrés para potenciar la productividad. Al mismo tiempo, también ha implantado todo tipo de mecánicas que fomentan el trabajo en equipo.
SquareSpace
SquareSpace es una famosa compañía que se dedica al diseño web. Sus proyectos destacan por ser muy elegantes e innovadores.
El secreto de su éxito lo encontramos en su jerarquía: no hay casi niveles entre los empleados y la dirección. Así, los integrantes del equipo se sienten parte del mismo.
Entre algunos de los beneficios que ofrecen, tenemos un seguro de sanidad privado, la posibilidad de coordinar las vacaciones como más interese al empleado, fiestas mensuales, servicio de cocina, lugares en donde poder desconectar, y mucho más.
Todas estas actividades hacen que SquareSpace sea uno de los mejore ejemplos de culturas corporativas.
Facebook también es una red social en donde nos gustaría trabajar a más de uno. Lo cierto es que sigue una política de cultura corporativa muy similar a la de Google.
Entre las ventajas de ser empleados de Facebook, destacamos su servicio de comida o de lavandería, sus espacios abiertos en donde relajarse, sus políticas para mejorar el trabajo en equipo y un ecosistema que muchos han descrito como perfecto.
Como otras compañías, en las instalaciones de la empresa es posible encontrar algunos departamentos de descanso, para reducir los niveles de estrés y ansiedad.
Ahora que ya conoces lo importante que es la cultura corporativa de cualquier negocio, es importante que empieces a pensar como la vas a implantar en tu tienda online.